Morocco 3ª parte: Valle del Draa

Remato por fin con esta entrada el reportaje del viaje a Marruecos, espero que las cálidas imágenes os hagan olvidar el frio que se pasa estos días en la Cordillera Cantábrica.
Tras visitar el Parque Nacional Souss-Massa, nos dirigimos hacia el Valle del Draa. Por el camino, además de un erizo moruno atropellado, nos encontramos con extensas plantaciones de Argamias (Argania spinosa). Un árbol del que se obtiene un aceite muy valorado y al que se suben las cabras cuando la comida escasea.

A medida que avanzabamos el arbolado iba dejando lugar a los terrenos yermos y pedregosos. El atardecer nos dejaba otras bellas instantáneas.

Cogujada montesina Galerida tekhlae
Al caer la noche, decenas de sapos invaden la carretera. Es increible que estas tierras tán áridas alberguen tal cantidad de anfibios. Gabriel Martínez y Luís García, dos compañeros del herpetoforum me identificaron esta hembra de Sapo Moruno.
Hembra de Sapo Moruno (Bufo mauretanicus)
Pasamos la noche en Uarzazate. Nos sorprenden las edificaciones en la entrada de la ciudad: Atlas Studios. Aquí, se rodaron películas como Asterix y Cleopatra, Lawrence de arabia, etc.
Nos reunimos con unos compañeros que tambien estaban de viaje y logramos alojarnos 3 personas por 160 dh (15 euros) con desayuno incluido.
Por la mañana emprendemos la ruta hacia el desierto. Los paisajes son espectaculares. Piedras, sequía y tierra hasta donde la vista alcanza y la cordillera del Atlas de fondo…os dejo con unas fotos que lo describen mucho mejor que yo.
El paisaje va cambiando de colorido y a medida que nos acercamos al Valle del Draa, se vuelve más agreste e inhóspito.
En estos paredones, varias manchas claras delataban la presencia de posaderos de aves rapaces.Lo increible es que haya vida en estos páramos. La observación de collalbas negras y collalbas negras de Brehm fue constante en todo el recorrido.
Collalba negra de Brehm Oenanthe leucopyga
Adulto de Águila perdicera Hiearaetus fasciatus

Tambien vimos una águila perdicera y este roedor atropellado que aún no identifiqué.

En estos páramos disponemos de cobertura, de teléfono público y de continuas gasolineras. Sobre los tendidos podemos ver más pajarillos.

Collalba negra de Brehm Oenanthe leucopyga

Alcaudón meridional Lanius meridionalis subsp.algeriensis

Que sensación ver estos pueblos en medio de la nada.

A medida que ibámos ganando altitud, el paisaje que se mostraba ante nuestra iba ganando en espectacularidad. Detras de los tremendos paredones rocosos que alcanzan hasta 300 m, ya se divisa un hilo verde de vida: El Draa. El Draa es el río más largo de Marruecos, nace en las nevadas montañas del Atlas y muere en el océano atlántico al norte de Tan Tan.
Os recomiendo pulsar sobre las fotos para ampliarlas.


Insólita imagen del burro pastando entre piedras

Detrás de estos impresionantes cortados, podemos divisar aún el Atlas.

Al cruzar estas pequeñas montañas, las vistas hacia el valle no eran menos sorprendentes.

Vuelven a oirse los cantos de los bulbules, gorriones morunos, mirlos, y cogujadas. Qué marcado es el contraste de vida entre las dos zonas por la diferente disponibilidad de agua; que dependientes somos los seres vivos.


Hectáreas de cultivos y plantaciones de palmeras y argamias forman la vegetación de ribera.

La noche nos cayó encima lentamente. Era hora de tomarse un thé y reponer fuerzas para la jornada siguiente. Llevabamos casi una semana en el país, bicheando todo el día, con muchos kilómetros en la espalda, recogiendo a todo el mundo que hacia autostop, inténtando integrarnos y entender las costumbres locales, haciendo muchas preguntas y buscando conversaciones interesantes. Nos estabamos llevando una imagen bastante completa de Marruecos y su cultura.

Por la mañana, deambulando por el valle del Draa, dirigiéndonos hacia el desierto, nos parábamos ante todo pajarillo sospechoso. En las cercanías de un pueblo nos llevamos una grata sorpresa: Dos parejas de camachuelos trompeteros. El sol en contra me impidió realizar buenas fotos.

Camachuelo trompetero Bucanetes githagineus


Collalba negra de Brehm Oenanthe leucopyga

Collalba negra Oenanthe leucura

Una muy confiada Terrera sahariana
Terrera sahariana Ammomanes deserti

Proseguimos hacia el sur, directos hacia M’hamid, la puerta del desierto, donde la carretera remata dejando lugar a las dunas. Seguimos observando especies interesantes:

Cuervo desertícola Corvus ruficollis ruficollis

Lo que antes eran rocas y piedras, ahora son dunas y granos de arena.

Nos adelantan continuamente todoterrenos y motos de enduro. Quizás, me tacharán de radical, pero nunca me gustó el uso de estos vehículos a través las dunas por pura y única diversión. Un buen amigo que tras viajar mucho por Namibia y Mauritania me contó que se encontró con unos cuantos coches abandonados del Paris-Dakar, incluso mencionó algún caso de atropellos a niños saharauis…las típicas historias que no salen en las noticias. Después de África, viene Sudamérica. Pues, moverá mucha pasta y los ganadores serán tratados como héroes, pero a mi el Paris Dakar me parece una macarrada, un despilfarre de pasta y un atentado contra la vegetación que tanto le costó establecerse en un hábitat tan desértico, además de un insulto a los habitantes de esas tierras.
Con lo bello que es desplazarse en dromedario Camelus dromedarius..

Los dromedarios de aquí tienen todos dueño. Algunos deambulaban aparentemente libres, pero sólo era apariencia, ya que tenían las patas atadas. Algo similar a las trancas que se le coloca al ganado equino mostrenco en Galicia y que causó la muerte a decenas de caballos en los fatídicos incendios de 2006.


Cuando llegamos a M’hamid, estábamos agotados de tanto kilómetro, del calor y del cansancio que fuimos acumulando durante el viaje. Yo me moría de ganas por adentrarme en el desierto en busca del gorrión sahariano, pero el acoso de los marroquís ofreciendo sus servicios, las pocas ganas de regatear, el escaso tiempo del que disponía y el cansancio me hicieron desisitir. Lo cierto, es que ahora mismo me arrepiento un poco..

Después de comer y reponer fuerzas, decidimos retroceder camino dirigiéndonos poco a poco hacia Marrakesh y entrar mañana con más fuerza en el Atlas. Al irnos, una última observación inesperada me devolvió la sonrisa.

Collalba desérticaOenanthe deserti
Con semejantes vistas y el sol más bajo, el camino de vuelta se hizo más ameno.
El Atlas situado a más de 300 km siempre a la vista.

Tiffoultoute

Nos dirigíamos hacia Ait-Benhaddou (ciudad fortificada). Esta ciudad es Patrimonio de la humanidad declarado por la UNESCO en 1987. En ella se rodaron películas como Gladiator, Alejandro Magno, La Joya del Nilo, Jesús de Nazaret, etc.

Un Kasbah es una fortaleza para el líder local que lo protege en caso de ataque. Es un signo de la riqueza de algunas familias de la ciudad. Construidos en la cima de una colina, eran más fáciles de defender. Entre admiraciones para las bellezas culturales, seguiamos bicheando: Gorrión chillón, vencejo pálido, curruca tomillera, avión roquero, roquero solitario y algún pajarillo más.

Colirrojo diademado Phoenicurus moussieri

Vimos esta liebre atropellada, más tarde tendríamos la suerte de ver una viva a escasos metros.

Liebre magrebí Lepus schlumbergeri

El contraste de vida y color es asombroso.
En estos valles aislados del Alto Atlas sobrevive la cultura bereber.

La carretera serpentea y te alza hasta un punto desde el que se puede apreciar la garganta en toda su plenitud. A espaldas del Atlas y a contraluz estas son algunas de las impresiones.
El río Asif Ounila baña de vida estas tierras rojizas.
Una carretera zizagueante, tortuosa y en obras nos dejaba brutales imágenes como esta.
Me decía un buen amigo que probablemente la pala haya sido uno de los inventos más destructivos del ser humano. Desarrollo versus modo de vida tradicional.
En casi todos estos pueblos pudimos apreciar antenas parábólicas. Gran parte de los críos tenían síntomas de «europeización» con camisetas del Madrid y del Barça. Muchos ciudadanos no conocían su Parque Nacional Souss Massa pero si a Messi.

Al fondo, encajonada en la ladera, se halla la kasbah de Tamdakt
El valle del Asif Ounila siempre fue un lugar de paso natural que comunicaba Marrakech con los pueblos nómadas del sur del país. Sus escarpadas laderas en las que se asientan varias kasbah ofrecen unas de las más bellas imágenes que me traigo del país. La carretera en obras estaba dificilmente transitable. Eso, si te arriesgas además a cruzar un río sobre cantos rodados, hecho que con el coche de alquiler nos supuso una emoción añadida del viaje. Eso sí, en día lluvioso no os recomiendo aventuraros por esta carretera.

Antes de llegar a Telouet, nos encontramos con esta asombrosa llanura situada a 1.870 m. con el mismo nombre. En este lugar, sólo nos separaban de las cumbres del Atlas los rebaños de ovejas siempre resguardados por pastorcillas que se negaban a ser fotografiadas.

Siempre con los prismáticos en una mano y la cámara en otra no perdimos la presencia de este ejemplar adulto de Ratonero moro.

Ratonero moro Buteo rufinus

Ya en el corazón de la Cordillera, seguimos disfrutando de la fauna: Chovas piquirrojas, collalbas negras y estas confiadas Ardillas morunas.

Atlantoxerus getulus

Ardilla moruna

Con la vista echada hacia las cumbres del Tizi-n-Tichka, nos íbamos despidiendo del Atlas. Durante parte de la carretera hacia Marrakech además de los característicos taxistas suicidas que te adelantan hasta en las curvas, nos encontramos puestos de venta de fósiles, de figuras cerámicas, fruta y un largo etc.

El viaje iba tocando a su fin. El día siguiente lo dedicamos exclusivamente a Marrakech.
Entrar conduciendo en la ciudad nos supuso todo un reto. No os puedo enseñar el vídeo del tráfico descontrolado y el caos que reina en el asfalto de la ciudad ya que un guardia real nos obligó a borrarlo bajo amenaza de meternos en la comisaría.

Bebedero de burros en Marrakech

Al llegar a la ciudad, seguimos avistando aves: Cigüeñas, Bulbules naranjeros, Escribanos saharianos y buscando los Halcones de tagarote.

Nos dirigimos a la famosa plaza Jeema el Fna. Durante el día, vendedores de zumo de naranja y pomelo, Halaquíes (narradores de historias), magos, dentistas, vendedores de ungüentos, domadores de macacos, encantadores de serpientes y Aguadores ocupan la plaza.

Es común que le coloquen al turista una serpiente al cuello para obtener unos cuantos dirhams, lo mismo sucede con las fotos que les saqueis. Entre los réptiles se hallan cobras, crótalos diamantinos, culebras de escaleras y una serpiente que semejaba una mamba pero que no llegue a identificar. Para no contribuir a este negocio que expolia animales de su medio natural, tomé las fotos a distancia y agachando la cámara. Me niego a pagarles un duro por ello.

Tambien había varios puestos con cabezas de impala, camaleones, ardillas domesticadas y hasta abubillas muertas envueltas en plástico. Están allí presentes todo un arsenal de especies catalogadas…
Os ruego que si acudis a Marrakech, procureis no mostrar absoluto interés por ello. Es una manera de hacerle boicot al expolio de especies silvestres para exhibirlas ante el público.

Dedicamos gran parte del día a visitar el zoco. Al atardecer pudimos ver los vencejos moros revoloteando encima de la plaza. Por dos veces vimos tambien un Halcón que debido a la distancia y la oscuridad no logramos identificar como Tagarote o Peregrino.

Al llegar la noche, Jeema el Fna se convierte en un hervidero de gente. Por todas partes hay grupillos, coros y representaciones. Algunos simplemente tocan instrumentos y cantan en grupo, otros narran historias o hacen trucos de magia pero el tumulto y la participación de los marroquies en todas las actividades es común en todos los corrillos.
Además de ello, el zoco sigue abierto, hallareis dispersos varios tenderetes de juegos de habilidad. En el centro de la plaza los camareros tratarán a sentaros en puestos culinarios cuyo aceite hirviendo desprende un velo que nubla los mismos.

Al día siguiente cogimos el tren nocturno a Tanger y volvimos a cruzar el estrecho en el ferry avistando pardelas, paiños, págalos, gaviotas y charranes…

Resumiendo, Marruecos es un país que no deja indiferente a nadie.
Juega en su contra la conducción temeraria, para los escrupulosos la higiene, que los occidentales son poco menos que euros con patas y que te encuentras plásticos y cristales tirados hasta en el desierto.
Juegan en su favor los espléndidos paisajes, un precio por dormir y comer más que asequible, que la gente es muy amable y servicial, una fauna y flora distintas, una cultura y costumbres diferentes. Un viaje ideal para iniciarse en el continente africano.

Espero que os haya gustado.

Morocco 2º parte: Parque Nacional Souss-Massa

Tenía pensado subir esta entrada para el día de los humedales pero varios compromisos me lo impidieron. Toca la segunda parte del viaje en Marruecos.
Despues de cruzar el Atlas, nos dirigimos hacia el Parque Nacional de Souss Massa. Nos espera un clima mediterráneo semiárido; un poco de calor en navidades.

Con algo más de 33.000 ha, es el espacio protegido más grande del pais. El símbolo del parque es el Ibis eremita Geronticus eremita que se halla en peligro crítico de extinción. Souss Massa alberga actualmente 3 subcolonias de la especie. Nosotros dedicamos buena parte del día a su búsqueda, pero no fue posible su observación.
Ya sabeis como es de complicada la observación de fauna…Al fin y al cabo esto es lo bonito, si todo es «chegar e encher» acabaríamos perdiendo ese interés.
Aún asi logramos ver cerca de 70 especies en casi día y medio. Cosa que no está nada mal para este lugar.
En la entrada del parque, unos guías formados por la SEO te ofrecen sus servicios por unos 500 dh (50 euros) en una tarde por dar un paseo en 4×4 y buscar las distintas especies que algunos ornitólogos se mueren por ver. Obviamente, nos negamos por considerarlo una cantidad excesiva, por no unirnos al uso injustificado, comodón y «macarra» del 4×4 en esos sistemas dunares y por preferir currarnoslo nosotros mismos.


Al llegar al sendero del Oued Souss, nos encontramos con un chaval vecino de la zona, de unos 24 años, con unos prismas aunque sin el uniforme de la SEO. Nos dió algunas indicaciones para observar las especies locales. Lo invitamos a acompañarnos y accedió. Más tarde nos percatamos de que esperaba la llegada de guiris para ofrecerle sus servicios. Disfrutamos de su compañía durante toda la estancia en el parque, bicheando a tope y hablando sobre las costumbres locales. Dormimos en su casa, tomamos unos thés y comimos de pm por (5-10 dh/0.5-1 euro/por pers.).
En agradecimiento, le acabo de enviar un par de camisas tipo guía de safaris para que le pueda hacer competencia a los que están formados y vestidos por la SEO.
Si váis a Souss Massa, contactad con el y dadle un abrazo de nuestra parte:

Mohammed Oussouilh
oussouilh(a)hotmail.com
tlf.: 0615757038



El sendero del Oued Souss transcurre a par del río. Desde el podreis ver casi todas las especies más emblemáticas del espacio natural.
Nada más llegar pudimos observar las Garcillas bueyeras, Grullas, Zampullínes chico, Flamencos, Fochas, Avocetas, Andarríos chico, Agujas colinegras, Zarapitos trinadores, un Críalo, Cogujadas, Alondras, Bulbules naranjeros, Ruiseñores bastardos, Tarabillas, Mosquiteros, Buitrones, diversos fringílidos e incluso un Ganso! Es curioso ya que el área de distribución de esta especie no abarca la costa atlántica marroquí.



Dese el inicio del sendero, escuchamos un canto increible: la Chagra! un pájaro precioso pero huidizo y dificil de ver.
Los machos de curruca cabecinegra estaban a tope con las cuerdas vocales.

En el agua había buena presencia de anátidas.


Patos cuchara, Anades reales, Cercetas comunes, Anades rabudos,


Porrones pardos y moñudos,


más de un centenar de Cercetas pardillas Marmaronetta angustirrostris,


Tarros blancos Tadorna tadorna


Moritos Plegadis fascinellus


Espátulas Platalea leucorodia


Cigüeña negra Ciconia nigra

Una pareja de ornitólogos que iba bicheando a 100 metros de nosotros se para a observar por el teles. Cuando los alcanzamos, menuda sorpresa!

Colirrojo diademado


Phoenicurus moussieri

Sin duda, esta fue una de las mejores observaciones del viaje.
En la orilla, las cigüeñuelas eran bastante atrevidas. No llegue nunca a verlas tan cerca.

Himantopus himantopus


Los galápagos tambien se dejaron ver.En la ribera contraria, una pareja de jabalies y 3 rayones

Un grupete de cormoranes estaban posados en los pilotes. Ojo a la amplitud de blanco en el pecho; pertenecen a la subespecie marroquí.



Phalacrocorax carbo ssp. maroccanus

El agua dulce remataba ahi. Las dunas impiden el intercambio del agua salada marina con la del río. Al cruzarlas, tres Perdices morunas cruzaron la pista delante nuestra.


En la arena los camellos dejaron sus huellas.
Recorriendo la playa vimos pequeños bandos de correlimos tridáctilos y chorlitejos patinegros.
Un bando de gaviotas se veia al fondo.

Entre las sombrías, un bando de Gaviotas de Adouin!


Larus audouinii



Pero una de las imágenes más impactantes del entorno correspondieron a las casas de los pescadores escavadas en el acantilado costero.


Mohammed nos presentó a un grupo de pescadores que nos invitó a tomar un thé a la menta. Allí nos explicaron que tras la aprobación del Parque Nacional, el Gobierno prohibió la construcción de nuevas edificaciones. Éstas, se emplean únicamente en temporada de pesca.


El agua que se colaba debajo de unas rocas, al salir a la superficie daba la apariencia de un géiser.
Alejándonos ya un poco, seguimos buscando los Ibis.
A pesar de ser un lugar tan árido, la zona costera esta recubierta por abundante vegetación que alimenta a las ovejas de los ganaderos locales. Son árabes. Mohammed me explicó la diferencia lingüística entre Bereberes y Árabes y puntalizó que no se llevan allá muy bien..

Supongo que el pastoreo en ambientes tan secos como este deberá tener una grave repercusión en la composición florística. A lo que si afecta es a los depredadores. Nos encontramos un perro muerto. Un ganadero nos dijo que ese mes ya aparecieran 15. La colocación de cebos envenenados se debe a los ataques de perros a los rebaños de ovejas. Los guardas locales tienen conocimiento de este tipo de actuaciones; pero, a pesar de ser un parque nacional, no mueven ficha. En ese mismo lugar tuvimos la suerte de ver un zorro cruzando la dunas.

Pica pica mauritanica



Retrocediendo camino le sacamos varias fotos a las urracas. Pertenecen a la subespecie mauritanica. La piel desnuda azul detrás del ojo y la carencia de lustre verde en las rectrices son los criterios diferenciadores.


En el suelo, vimos un escarabajo pelotero, la avispilla que paraliza arañas y tras enterrarlas realiza su puesta sobre ellas y esta mariposa que aún no identifiqué.
Regresamos hacia el sendero de Oued massa, sin lograr ver los Ibis, menuda decepción!
Pero una observación inesperada nos devolvió la sonrisa.


Tras llevar un buen rato escuchando su canto, pudimos verla posada durante unos segundos: la Chagra!!

Tchagra senegala

El día iba tocando a su fin con muy buenas vibraciones y observaciones. Desde el coche tuvimos aún unos cuantos encuentros interesantes.

Mochuelo Athene noctua


Un bando de gorriones morunos Passer hispanoliensis


Una Tórtola senegalesa Streptopelia senegalensis

La mañana siguiente recorrimos en coche el perímetro del espacio natural, nos despedimos de Mohammed y tiramos hacia el sureste. Aún nos quedaba un buen trecho hasta llegar al Valle del Draa y los límites con el desierto.
Pero esto, os lo contaré en el próximo y último post.
Espero que os haya gustado. Un saludo

Morocco 1º parte: Estrecho-Atlas

Espero que tengais un ratillo libre porque estais ante una entrada muy larga…
Un resumen de mis navidades en Marruecos, fueron 10 días, acompañado por Javier Talegón. Recorrimos unos 1.900 km, identificamos 87 especies de aves (19 nuevas para mi y al menos 3 subespecies), 8 mamíferos y algunos hérpetos aún pendientes de identificar.

¡África a la vista!



Una vez subidos al ferry, saqué mis prismas y me puse a avistar aves marinas. Gaviotas patiamarrilas, sombrías y reidoras me entretuvieron las primeras millas. Luego apareció la primera gaviota tridáctila, el primer alcatraz y varios págalos grandes que nos acompañaron gran parte del crucero.

Págalo grande Stercorarius skua



El baile continuó: Más alcatraces, gaviotas tridáctilas, un alca, más págalos, alguna pardela balear/mediterránea y varios paiños ¿de Leach!!?

¿Paiño de Leach Oceanodroma leucorhoa?




La guinda del pastel la pusieron unos chorros que delataron la presencia de al menos un Rorcual común Balaenoptera physalus

y un grupo de Calderones Globicephala melas



Una vez llegados a Tánger, pillamos billetes para un tren nocturno hacia Marrakech, el cual os recomiendo; pero, debeis coger «couchettes» que son literas. Así dormireis mientras viajais hacia el sur del país, más bello y menos «europeizado». Como el tren salía a las 21h., nos tomamos unos tés a la menta y recorrimos un poco la ciudad acosados por algunos marroquís que nos ofertaron de todo. Fue allí donde vimos nuestro primer leopardo…


Desgraciadamente, es común esta estampa en el país. En el local habia además dos cabezas de tigre, un meloncillo, varios cocodrilos, camaleones, etc.


Ya en Marrakech, avisté el primer Escribano sahariano, uno de los pájaros más comunes del país.

Escribano Sahariano Emberiza striolata sahari



Decidimos alquilar un coche y dirigir rumbo hacia el Atlas. Pero, no es así de fácil…Marruecos es uno de los paises con más siniestralidad en las carreteras del mundo. Durante todo el viaje fuimos adelantados en lineas continuas, curvas, cambios de rasante, etc.


Aún asi, regresamos sanos y salvos, aunque despues de varios sustos y volantazos.

Alejados de la ciudad, las aldeas nos delataban más acerca de la cultura bereber y nos dejaban estampas como esta.Por el camino, nos encontramos con un pájaro muy ruidoso y con un canto característico: el Bulbul naranjero. En navidades y ya estaba criando! Resultó ser una especie muy común durante todo el viaje.

Bulbul Naranjero Pycnonotus barbatus



Nos detuvimos en uno de los últimos pueblos antes del Atlas a comer un Tayín y fotografiar una colonia de Garcillas bueyeras que se hallaban en los nidos situados en un árbol en la misma carretera.

Garcilla bueyera Bubulcus ibis


Las cigüeñas Ciconia ciconia igualmente estaban emparejadas en el nido.
El camino tambien nos iba dejando otras instantáneas.


El Atlas estaba cada vez más cerca! Esta enorme Cordillera que se formó durante el Cenozoico a raiz de la colisión entre la placa Euroasiática y la placa Africana, recorre 2.400 km separando el océano Atlántico y el mar mediterráneo del desierto del Sáhara. De hecho, los montes arbolados del norte del Atlas contrastaron netamente con los paisajes áridos situados más al sur del sistema montañoso.
La fauna de montaña y roquedos tambien se hacia ver: collalbas negras, roqueros solitarios, colirrojos y chovas piquirrojas entre otras especies. Nosotros no dejábamos de escrutar el cielo atentos a la posible aparición del Quebrantahuesos.

Chova piquirroja Phyrrocorax phyrrocorax


Roquero solitario Monticola solitarius

La carretera serpenteante atravesaría a escasa distancia del Tizi-n-test (3080 msnm) tras dejar atras al pueblo de Asni y a nuestra izquierda al yabal Tubqal, el pico más alto de la cordillera y del norte de África con 4.167 msnm.
Os dejo con unas fotos que retratan la belleza de ese lugar.


.El paisaje se iba volviendo cada vez más forestal. En estas laderas de la alta cuenca del Nfiss, podemos observar una de las joyas botánicas de la región, el cipres del Atlas o ciprés marroquí (Cupressus atlántica), endémico de esta zona. Junto a los cipreses encontramos también una numerosa presencia de sabina negral (Juniperus phoenia), del enebro (Juniperus oxicedrus) y de encinas (Quercus ilex), que aparece siempre esporádicamente y nunca en gran número, a lo largo de toda la región. Merece también especial mención un arbusto endémico de esta región del Alto Atlas, asociado comunmente a los cipresales, que es la retama del Atlas (Retama dasycarpa), y que podemos observar incluso junto a las cunetas de la carretera.


Las casas, construidas en barro o en piedra, no tienen ningún tipo de impacto visual y se adaptan perfectamente al entorno. La vegetación de ribera está compuesta por chopos y almácigos (Pistacia atlántica)



Un cartel nos advirtió que desconocíamos la presencia de arruis en la zona (reservas de caza). Los ejemplares fotografiados en concreto estaban en el cercado de un centro de interpretación, aunque tímidos y detras de una pantalla de acacias. Pero tuvimos la suerte de observar uno con los prismas en la ladera opuesta en régimen de libertad. Pena de un teles!

Arruí Ammotragus lervia lervia

Antes de caer la noche, tuvimos la suerte de ver dos Ardillas morunas.
El atardecer nos dejaba unas preciosas instantáneas del yabal Tubqal. Es la única cima de Marruecos en la que es posible ver nieve casi todo el año.



La carretera que baja del Atlas hacia la costa se nos hizo tortuosa por el mal estado en el que se hallaba. Menos mal que no llovía! Aunque, un mochuelo nos alegró el viaje.
Esa noche dormimos en Taroudant; esta ciudad tiene la muralla de mayor recorrido y mejor conservada del país.
En el próximo post os contaré la estancia en el Parque Nacional Souss Massa, el más grande y visitado de Marruecos.
Espero os haya gustado.


Más info sobre Marruecos: aquí

Parque Natural de la Sierra de Andújar

Sumándome a la moda de los «Report Trip«, os contaré mi experiencia en el Parque Natural de la Sierra de Andújar que visité dos veces, en 2007 y en 2009, ambas durante el mes de Abril.

La Sierra de Andújar se halla en el corazón de Sierra Morena y es un buen representante del ecosistema mediterráneo. En ella viven especies tan emblemáticas como el lince ibérico Lynx pardina, el águila imperial Aquila adalberti y el lobo Canis lupus, todas ellas en peligro de extinción. Además podemos ver: Águila real Aquila chrysaetos, Cigüeña negra Ciconia nigra, y Búho real Bubo bubo, entre muchas otras.

Este espacio natural está constituido por cotos privados de caza, casi todos ellos con vallados cinegéticos (algunos de dudosa legalidad) de ahi que no sea posible realizar las numerosas rutas y senderos que caracterizan otros espacios protegidos. En las carreteras que lo atraviesan hay varios puntos que pueden servir como miradores hacia estos terrenos acotados, por lo que algunos visitantes pasan su estancia con el ojo pegado al telescopio espiando la riqueza faunística del entorno.

En mi humilde opinión, esto resulta interesante al amanecer y anochecer, pero durante el resto de horas del día, yo recomiendaría recorrer el Parque Natural entero y llegar incluso hasta Sierra Madrona, situada ya en Cuidad Real, (Castilla La Mancha). En esta carretera, al dejar atrás el desvío de la Virgen de la Cabeza, ví cosas interesantes como cadáveres de Gamos Dama dama cercanos a los vallados. Estos son a veces empleados por lobos y linces para arrinconar a sus presas.

Ví al Colirrojo real Phoenicurus phoenicurus, 47 Rabilargos Cyanopica cyano en fila india, una pareja de Águilas perdiceras Hieraaetus fasciatus, Corzos Capreolus capreolus, etc.

Otro recorrido interesante une el centro de interpretación con el embalse del Jándula. En él pude ver numerosos Alcaudones reales y comunes Lanius excubitor/senator,

Abejarucos Meriops apiaster

Buitres leonado y negro Gyps fulvus y Aegypius monachus, Escribano cerillo Emberiza cia, Collalba rubia Oeanthe hispanica, Liron careto Elyomis quercinius,

Críalos Clamator Glandarius

numerosos Ciervos Cervus elaphus.

Lo de observar grandes depredadores como el lince es cuestión de suerte, paciencia, perseverancia y mucha ética. Con ello me refiero a que en los miradores hay que dejar aparcados los vehículos de modo que no obstaculicen a los demás usuarios pero sobre todo, hay que GUARDAR SILENCIO.


En Andújar conocí a muchos aficionados como yo y a gente muy especial con la que pasé muy buenos momentos, intercambié opiniones, aprendí sobre óptica y fotografía (Gracias Joana!), etc. por lo que es fácil dejarse llevar y olvidar que estamos en un espacio protegido.

Pero sobre todo, lo que NUNCA se debe hacer es ENTRAR en uno de estos TERRENOS PRIVADOS o realizar cualquier acción que pueda MOLESTAR A SUS PROPIETARIOS (aunque alguno sea un gilipollas que se pasea en Quad para espantar a los linces) , estaríamos entorpeciendo las relaciones que mantienen con los expertos por la conservación de estas especies amenazadas.

Resumiendo, disfrutareis mucho de vuestra estancia en Andújar. Aún recuerdo el cacareo constante de la perdiz, una cópula de Mochuelo Athene noctua,

los numerosos ungulados y al lince de caza!




Las fotos de Paisajes son de Ricardo Paredes, Eugenio y Rosa Marti, las fotos de fauna son de Rubén Portas